La obra que presentamos recoge el momento de reflexión sobre la concepción materialista de la política iniciado a mitad de los años Setenta, momento necesario para el trabajo sobre el desarrollo de la sociedad, de las relaciones sociales, de los contrastes, de las contradicciones.
Quien, por mucho tiempo y constante empeño, se esfuerza en analizar la vida económica y social a nivel general y a nivel nacional se encuentra obligado a vincular cada fenómeno político con lo que se mueve en lo profundo.
Queriendo usar un término del cual también comienza la escuela marxista, diremos que la observación de la “sociedad civil” nos ha llevado a la consideración de la política. Desde el “cuerpo social” a la “cabeza política”: esto es el itinerario de la concepción materialista de la historia. No puede haber otro camino válido.
Es importante, entonces, que la “cabeza política” sea analizada con el método con el cual se afronta el estudio del “cuerpo social”.
La cuestión que nos surgía, en la teoría y en el análisis estratégico, era sustancialmente la del desajuste de las instituciones y de las formas políticas en la evolución económica de la sociedad italiana.
